Fuente: La Voz de Galicia (19/03/2007) Vecinos de los municipios de Baralla y Becerreá promueven una campaña de total oposición a una línea de alta tensión proyectada por Unión Fenosa, que prevé construirla para conectar sendas subestaciones de O Corgo y de Triacastela con un trazado que afectaría también a los dos concellos antes citados. |
Tras una primera impresión de rechazo, expresada ya durante la semana pasada, vecinos afectados por el trazado se reunieron ayer por la mañana en el centro sociocultural de Baralla para analizar la situación e informar de acciones emprendidas y de otros pasos previstos. Unas 100 personas acudieron al acto, al que también asistieron representantes del PP, del PSOE y del BNG. La situación, no obstante, afecta a una población sensiblemente superior: según los afectados,
La oposición vecinal se dirige tanto al fondo como a la forma de la cuestión. Constantino Fernández, miembro de la comisión vecinal que coordina las acciones de protesta, explicó ayer, una vez terminada la reunión, que el temor estaba en la distancia de la línea a las casas de algunas parroquias: en algunos casos, dijo, hay 76 metros: «Demasiado cerca», dijo, con claridad, a modo de resumen. En segundo lugar, Fernández subrayó que la situación podría complicarse en el futuro si a la línea se le llega a aumentar la potencia. Por ello reclaman un trazado alternativo, más alejado de las viviendas.
Por otra parte, los vecinos se quejan de falta de información, hasta el punto de que dicen carecer de información sobre la presentación del proyecto ante la Consellería de Innovación e Industria. Como ya publicó este periódico la semana pasada, la Asociación para a defensa ecolóxica de Galicia (Adega) llegó a asegurar que los trabajos se habían llegado a empezar sin licencia.
Ocho parroquias
La situación afecta a diferentes núcleos de un total de ocho parroquias del concello de Baralla: barrios de Arroxo, Constantín, Sobrado de Picato, Pacios, Teixeira, Vilartelín, Vilachambre y Baralla están involucrados en el asunto. En el ayuntamiento de Becerreá, mientras tanto, la línea afecta a la parroquia de Penamaior.
La recogida de firmas iniciada en días pasados ha conseguido ya un total de 700 apoyos. En diferentes negocios de ambos municipios puede dejarse constancia escrita de la adhesión a este movimiento de rechazo. Fernández afirmó ayer que la campaña de recogida duraría varias semanas más, a la espera de una reacción de Fenosa; pero advirtió que se estudiarían nuevas acciones si la empresa no ofrecía una alternativa.
Los vecinos también aseguran que la empresa ha llegado a cortar árboles en la zona de Sobrado. Que los contactos entre la empresa y dueños de terrenos ya se han establecido se comprueba, según Fernández, en el hecho de que algunos dueños de terrenos ha negociado la venta de sus propiedades.
Así las cosas, la comisión se aferra al terreno aún sin conseguir para persistir en su actitud. La postura vecinal se basa en que se precisa el 65% del total de la superficie afectada para poder acudir a la expropiación de la restante, por lo que todavía, según la comisión, se dispone de margen de maniobra antes de que la situación avance más.