
El becerrense Claudio Vázquez reconoció en la isla canaria donde ahora pasa los inviernos la mítica furgoneta que había sido de un vecino del municipio de A Montaña y que no se sabe cómo llegó hasta allí
Fonte: El Progreso - Mariña Regueira 28/10/25 |
La historia es muy de Becerreá. Mucho. Por que? Por las curvas de los caminos, por ejemplo, que tan bien hacía la Citroën Dyane, con una suspensión bien blanda que la acostaba por las carreteras. Pero también por los giros de la narración que, contada por algún vecino, tendría mismo más vueltas que aquí. Se hace lo que se puede. Y el extraordinario se hace suelo.
Tuvo que frotar un poco los ojos Claudio Vázquez para ver lo que vio. Las apariciones son así. Andaba él por San Sebastián de la Gomera, donde pasa ahora los inviernos, y lo que vio fue la matrícula LU-G-6794. Pasó muchos años trabajando en el Ayuntamiento de Becerreá como para saber que ese número ya lo había mirado antes, que lo tenía en el beso, como los teléfonos de todas las casas cuando solo tenían seis dígitos.
¿De quién sería? Enseguida alguien contestó por WhatsApp: de Manolo de Vilamane. Home, pues claro que sí, de Manolo de la Lóngara. Muchas veces la ha visto, haciendo esas curvas aparcada en la época de caza al lado de la carretera. "Manolo, que está aquí a Dyane!", le dijo. Entre otras matrículas alemanas y británicas, entre otras también españolas.
Así son las cosas. Algo tiene Manolo de la Lóngara para que le vuelvan los coches. Él ya tenía un Renault, que había dejado viejo en el concesionario de Lugo para comprar un nuevo, y a las pocas semanas lo vio aparcado a las puertas de su casa. Eso ya había sido mucho. Y ahora, esto. Esto que tiene mucha más intriga, desde luego. Una intriga de millares de kilómetros, de un mar por medio y de que, en la verdad, a la furgoneta Dyane no la querían cuando se deshizo de ella ni en un desguace.
¿Cómo llegó a las islas?
Él la compró casi nueva en los 90 y se la vendió la un vecino de O Corgo en el 2019, y de las otras curvas que tuvo que coger para llegar a San Sebastián de la Gomera nadie sabe, por el momento. Lo que está claro está es que tuvo que hacer muchos kilómetros hasta Cádiz, o hasta Huelva, para coger un transbordador a Tenerife, y desde Tenerife, otro para Canarias. Seguro que el transporte costó más de lo que daban por ella.
"Alí vai a miña veciña!", grita Claudio cuando ve la Dyane de Lóngara, de Vilamane. "Eu aquí estou coa muller e por causa do noso fillo, aquí destinado, e dos nosos netos... y Dyane polo que sei está adoptada por unha parella alemana", comenta. Y cuidan bien de ella. Es cierto que ella ya estaba bien. Manolo la había comprado la una empresa de Lugo, y siendo una furgoneta de carga, no había llevado cosas de peso hasta que llegó junto a él. Y él le cambió las ruedas, y nunca llevó un golpe, ni cansó mucho. De hecho, anduvo cerca de 15 años parada, pasando la ITV cada seis meses, y poco más.
"Pero papá, ti que cousas dis, como vai ser unha furgoneta de Becerreá!", le había dicho su hijo cuando llegó con la noticia a casa. Y resultó serlo. A veces el mundo también conspira de este modo. Hasta que se descubra ese portal dimensional que Dyane cogió para pasar de una curva de Becerreá a una isla delante de las costas de África, para que Claudio lo cuente, con todos los giros.