Los propietarios de la tienda familiar, que lleva abierta desde 1953, se jubilan tras más de 40 años en el negocio
FONTE: EL PROGRESO 05/08/25
La histórica relojería Losada de Becerreá cerrará sus puertas después del verano por la jubilación de sus dueños, María José Losada y Pablo López, tras más de 40 años al frente de este negocio.
El local lo abrió en 1953 Eladio Losada de la mano de su mujer, Josefa López, padres de la actual dueña. Él, que era relojero de profesión, le enseñó el oficio a su hija y ella trabajó toda su vida junto a su marido, "dando o callo como todas as mulleres", cuenta María José. "Eu nacín no negocio", afirma la propietaria actual.
Hoy sus dueños, que recogieron el testigo de Eladio y Josefa en 1980, deciden bajar la verja definitivamente. En "setembro ou outubro, dependendo da mercancía", comentan. El cierre de este conocido local deja a Becerreá sin la última relojería que había abierta en el municipio.
Saga de relojeros
María José proviene de una saga de relojeros, ya que no solo su padre se dedicaba a esta profesión. Los dos hermanos de Eladio montaron negocios similares en otros pueblos de la comarca. Estos sí encontraron continuidad gracias a sus hijos e incluso a una nieta.
Sin embargo, María José cuenta que ellos no han conseguido que alguien tome el relevo de su tienda, que hoy es también joyería. "Ao final as profesións de toda a vida se van perdendo", explica.
La tienda lleva más de medio siglo abierta y hoy sus clientes son los hijos y los nietos de los que acudían cuando la regentaban Eladio y Josefa. "Moitos recordan verme na tenda mentres acompañaban os seus pais", cuenta María José. "Ao final eu crieime detrás do mostrador", añade.
La tienda lleva más de medio siglo abierta y hoy sus clientes son los hijos y los nietos de los que acudían cuando lo regentaban Eladio y Josefa
Pablo, su marido, se encarga principalmente de las tareas del taller. Tras decidir hacerse cargo del negocio, aprendió el oficio gracias a su mujer y a su suegro. "Aprendeu como se aprendía antes, facendo", ríe ella.
María José regenta hoy el negocio familiar y afirma que lo que más le gusta "é o trato coa xente". Por eso, y a pesar de haber estudiado Magisterio, se quedó en Becerreá y se puso detrás del mostrador, igual que habían hecho sus padres durante tantos años. "É o que me apaixona", dice. "A xente de aquí é moi leal", comenta, recordando la larga trayectoria de la relojería, que ha estado abierta para los vecinos de la zona durante más de 60 años.