Fuente: La Voz de Galicia (21/7/2011)
El empresario del sector de la construcción y portavoz del PP en la corporación municipal de Becerreá, Antonio González Madarro, consiguió que fuesen regularizadas tres instalaciones industriales de su propiedad que estaban en suelo clasificado como rústico de protección agropecuaria. En los tres casos el motivo fue haber transcurrido seis años sin que el Concello hubiese adoptado ninguna medida dirigida a la restauración de la legalidad urbanística.
La primera es una edificación destinada a material de construcción ubicada en Saa, en la parroquia de Cadoalla, que está totalmente rematada desde el año 1998. La segunda es una edificación dedicada a la fabricación de estructuras metálicas, también el el lugar de Saa, que según certificó el técnico municipal está hecha desde 1997. La tercera es una nave de fabricación de bloques de hormigón, en la carretera de Vilar, que fue construida en el año 1991.
Los expedientes tramitados fueron aprobados en la última junta de gobierno dada a conocer por el organismo municipal. A partir de la publicación oficial de los acuerdos, las tres instalaciones estarán consideradas a efectos legales como fuera de ordenación, y González Madarro las incorporará a su patrimonio. De acuerdo con lo establecido en la normativa, podrá realizar obras de conservación, pero solo serán autorizadas cuando se acredite que están siendo usadas de forma continuada.
Por otra parte, entre otros acuerdos la junta de gobierno ratificó un decreto por el que fue adjudicada a la empresa Isidro Hermanos Blanco la obra de traída de agua a Fraián, Pando y Barbeitos, y a Talleres Arteixo la compra de un camión.