Fuente: La Voz 15 de enero de 2015
Cuando un Ayuntamiento quiere acometer tareas de mantenimiento en el bosque gallego, tiene un problema. Y si este se encuentra en una zona protegida, el problema es doble. La Xunta de Galicia acaba de multar con 800 euros al Concello de Becerreá por una tala realizada a principios del 2011 en las inmediaciones del puente Cruzul sin contar con el visto bueno de la Consellería de Medio Ambiente.