Fuente: La Voz de Galicia (08/12/2006) Empiezan las pugnas entre barreiristas y cacharristas Barreiro niega que el empresario González Madarro sea el candidato a la alcaldía Becerreá vive los prolegómenos políticos previos a la campaña electoral de las municipales del próximo mes de mayo más calientes de toda la provincia. |
La marcha de Antonio Fernández Pombo, Guillén, provocó que dentro del PP afloraran dos corrientes y hasta una pugna por la sucesión de un hombre populista que estuvo casi 25 años al frente de la alcaldía. Las diferencias entre cacharristas y barreiristas parecen ser evidentes, lo mismo que comienza a suceder ya en otros concellos. Por si todo fuera poco, ya está confirmada la presencia de una lista independiente que puede resultar clave para el futuro de la corporación municipal. La intriga está servida.
José Manuel Barreiro, el presidente del Partido Popular lucense negó ayer que el empresario Antonio González Madarro fuese el candidato del partido en el municipio y añadió que la filtración de su nombre era una maniobra con el objetivo de desestabilizar a su partido. La posibilidad de que el industrial pueda ser el número uno de los populares, algo que muchos dan como totalmente seguro, provocó una gran convulsión dentro de los afiliados del partido en el municipio e, incluso, entre algunos concejales del equipo de gobierno.
Barreiro dice que González Madarro no es el candidato pero resulta que él y el alcalde de Baralla, José Jesús González Capón, cenaron con el empresario a finales de la pasada semana y, durante la comida le propusieron ser alcaldable por el PP y, al parecer, no se cerró a esa posibilidad.
La presencia de Capón en la reunión se debe, según diversas versiones, a la buena relación que éste tiene con Barreiro. Además es un hombre clave para el PP en la zona de la montaña por la que es diputado provincial. Los dos tienen intereses mutuos. El presidente provincial quiere que el alcalde le ayude a reforzar la presencia del PP en la montaña, una zona en la que si no le salen bien las cosas puede repetir sus fracasos anteriores. Capón por su parte, no sólo no aspira a repetir como diputado sino que desearía una vicepresidencia de la Diputación.
González Madarro es uno de los mayores empresarios de Becerreá. Según algunas fuentes, tiene excelentes relaciones con Alberto Carreras, el cabeza de lista de la candidatura independiente de INGA, que es el presidente de los empresarios de Becerreá. Los dos también están en la directiva del club de cuatro por cuatro. Estas buenas relaciones, de perdurar, serían vitales de cara el futuro sobre todo si el PP no alcanza la mayoría absoluta y los independientes obtienen representación. En las últimas elecciones municipales Fernández Pombo logró la mayoría por solo un puñado de votos.
El núcleo Guillén
El hecho de que Antonio González Madarro pudiese ser el candidato del PP motivó una sacudida dentro del partido a nivel municipal porque, hasta ahora quien estaba mejor colocado para acceder a la alcaldía era Jesús Fernández, actual teniente de alcalde y con más de veinte años de presencia en el consistorio. Éste, junto a otros ediles, constituyen el núcleo Guillén hombre muy vinculado a Cacharro.
En el fondo, ni Jesús Fernández ni sus compañeros de partido en la corporación se llevaron una sorpresa mayúscula con el ofrecimiento efectuado a González Madarro. Era algo que que ya se venía hablando desde hace tiempo.
Sin embargo, los más próximos a Guillén se contrariaron, y mucho, porque los dirigentes del PP no hubiesen consensuado la designación con la ejecutiva local. Incluso alguno de ellos llegó a asegurar que dimitiría y dejaría el partido si la situación no se arreglaba. Apoyan a Fernández. En el entorno de éste aseguran que no se le puede catalogar de cacharrista, aunque sí de guillenista porque lleva toda la vida política con el actual regidor. «Está libre y dispuesto para lo que el partido necesite», expresaron algunas fuentes.
Ayer por la tarde estaba previsto que se celebrase en Lugo una junta para tratar este polémico asunto, entre otras cuestiones. No fue posible contactar ni con Jesús Fernández ni tampoco con González Madarro. El primero de ellos asistió a la reunión de la que ayer no trascendió ningún detalle. La solución no tardará en llegar.